El Kremlin reprochó hoy a los países de Occidente no haber condenado el derribo por parte de Ucrania del avión de transporte militar ruso Il-76 con prisioneros ucranianos durante la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebrada la víspera.
«Hasta ahora no hay ninguna condena categórica de este horrible atentado terrorista por parte de los países de Occidente. No hemos escuchado ni una palabra de condena», declaró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
Según el representante del Kremlin, «este suceso requiere de una valoración adecuada de la comunidad internacional», ya que, alegó, «no es la primera vez que Kiev mata a su propia gente».
Preguntado sobre la disposición de la Presidencia rusa a presentar pruebas ante la ONU u otras organizaciones internacionales sobre la implicación de Kiev en el derribo del avión o de que las autoridades ucranianas supieran quiénes volaban a bordo de la aeronave, Peskov respondió que «no tengo nada que añadir por ahora».
Dmitri Polianski
«Los investigadores están trabajando y se toman decisiones a medida que obtengan toda la información necesaria», añadió.
El embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, afirmó la víspera ante el Consejo de Seguridad que el derribo del avión en la región de Bélgorod fue «un atentado muy primitivo y cobarde de los representantes de Kiev que no asumen sus responsabilidades», aunque no descartó que se tratase de «una falta de coordinación dentro de las Fuerzas Armadas Ucranianas, una iniciativa (individual) o un crimen que va más allá de toda moral».
El representante de EE.UU., Robert Wood, no entró a rebatir la tesis rusa, y recordó que «el Kremlin asume la responsabilidad última por empezar y continuar esta guerra», pero sin entrar en los detalles del avión y su derribo.
A su vez, la secretaria general adjunta para Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, reconoció que la ONU «no está en posición de verificar los informes ni circunstancias» del siniestro.
«Lo que está claro es que el incidente se produjo en el contexto de la invasión rusa de Ucrania», subrayó DiCarlo, quien pidió a Rusia y Ucrania «evitar acciones, retóricas y acusaciones que pueden inflamar aún más la situación».
Según la versión rusa, el avión de transporte militar Il-76 fue derribado el miércoles por Ucrania con 65 prisioneros de guerra ucranianos a bordo, además de seis tripulantes y tres guardianes rusos, que supuestamente viajaban hacia Ucrania para efectuar un canje de presos.
Ucrania, que ha confirmado que se preparaba un canje, sostiene que el avión transportaba armas y no prisioneros de guerra.
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