Bangui.- Más de 3,4 millones de personas en la República Centroafricana (RCA) -cerca del 70 % de su población- necesitarán asistencia humanitaria en 2023 debido a una crisis a menudo ignorada por el resto del mundo que sigue deteriorándose por el conflicto armado en el país, advirtió la ONU.
«Como resultado de la violencia contra los civiles y la inseguridad en las áreas fuera de las ciudades, varios millones de personas son cada vez más vulnerables y sus medios de subsistencia se ven amenazados», lamentó en su último informe la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés).
Como consecuencia, el acceso de los centroafricanos «a los alimentos o servicios básicos como la atención médica o el suministro de agua es muy limitado», añadió la agencia.
Las conclusiones de la OCHA no son alentadoras: mientras la violencia de los grupos armados que batallan en el país sigue lastrando el futuro de los centroafricanos, el número de personas con necesidad de recibir asistencia humanitaria crecerá un 10 % en 2023 respecto a 2022.
«Si bien los enfrentamientos entre los actores que participan en el conflicto han disminuido en intensidad, la violencia contra los civiles no ha seguido la misma tendencia», aseguró la ONU.
En la actualidad, el 50 % por cierto de los centroafricanos no pueden comer lo que necesitan para mantenerse sanos, lo que convierte a la RCA en uno de los países con un mayor porcentaje de personas en una situación crítica de inseguridad alimentaria.
La RCA sufre violencia sistémica desde finales de 2012, cuando una coalición de grupos rebeldes de mayoría musulmana -los Séléka- tomó Bangui y derrocó en marzo de 2013 al presidente François Bozizé tras diez años de Gobierno (2003-2013), dando inicio a una guerra civil.
El actual presidente centroafricano, Faustin Archange Touadéra, llegó al poder en los comicios de 2016 y fue reelegido en las elecciones de 2020, que la oposición pidió anular tras no poder abrirse más del 40 % de los centros de votación por inseguridad.
Poco antes de esa votación, varios grupos armados se unieron formando la Coalición de Patriotas por el Cambio que intentó tomar Bangui en enero de 2021.
En octubre de ese año, el presidente declaró un alto el fuego unilateral con el objetivo de facilitar el diálogo nacional.
A pesar de estos avances, todavía dos tercios del país -rico en diamantes, uranio y oro- están controlados por milicias y, según los últimos datos de la ONU, cerca de 520.000 personas están desplazadas internamente.
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