Oakland, California. El primera base cubano Yandy Díaz surgió como el gran héroe de los Rays de Tampa Bay al pegar dos cuadrangulares solitarios que ayudaron a su equipo a vencer por 5-1 a los Atléticos de Oakland en el partido por el Comodín de la Liga Americana.
El bateo encendido y oportuno de Díaz, que estuvo de baja con el equipo hasta el pasado 29 de septiembre, permitió a los Rays volver a la serie divisional del Joven Circuito que van a disputar a partir del viernes frente a los Astros de Houston, el equipo campeón de la División Oeste y con la mejor marca de las mayores con 107-55.
Díaz, que se fue de 4-3, dos anotadas y dos impulsadas, abrió el partido con bambinazo solitario y repitió la misma medicina en el tercero.
Mientras que en el segundo episodio surgió también el bate explosivo del jardinero derecho venezolano Avisail Garcia, que también mandó la pelota por encima de la barda con un corredor en circulación para el parcial de 3-0 y dándole la ayuda suficiente al abridor Charlie Morton, que estuvo intratable desde el montículo.
Luego llegaría el cuarto vuelacercas de los Rays, otro bambinazo solitario, que pegó el bateador designado Tommy Pham, en el quinto episodio, que aseguró la victoria de los Rays.
Morton (1-0) se quedó con la decisión al lanzar cinco entradas completas, con cinco imparables espaciados, le hicieron una carrera, que fue sucia, dio tres bases por bolas y abanicó a cuatro bateadores rivales.
Mientras que los relevistas, el dominicano Diego Castillo, Nick Anderson y el hispano Emilio Pagán se encargaron de trabajar el resto del camino sin que permitiesen ninguna anotación más de los Atléticos.
La derrota se la quedó el abridor estelar de los Atléticos, el zurdo Sean Manaea (0-1), que trabajó apenas cuatro entradas y cedió cuatro imparables, incluidos tres jonrones, con cuatro carreras limpias, no dio bases por bolas y abanicó a cinco bateadores rivales.
Los Rays llegan a la Serie Divisional con la nómina más baja de las Grandes Ligas, apenas 66,4 millones de dólares en el pago de los peloteros.
El equipo de Tampa Bay en ningún momento se sintió afectado por el ambiente de presión que hicieron los 54.005 espectadores, asistencia récord en Oakland, que dieron todo su apoyo a los Atléticos con unas toallas que enarbolaron permanentemente en favor de la franquicia californiana.
Pero los Rays confirmaron que habían llegado preparados al partido después de haber jugado en las dos últimas semanas series frente a los Dodgers de Los Angeles, Yanquis de Nueva York, que también están en los playoffs, y los Medias Rojas de Boston, los actuales campeones de la Serie Mundial, que quedaron eliminados desde hace dos semanas.
Los Rays, al concluir el partido, corrieron todos los jugadores fuera del «dugout» para celebrar el último ponche que le recetó Pagán al campocorto de los Atléticos, Marcus Semien, y comenzaron a ponerse las camisetas y gorras de ser el último equipo en pasar a disputar los playoffs de la Liga Americana.
EFE
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