Ciudad Guayana.- Mientras países de Latinoamérica y Europa han cerrado escuelas como una medida de protección contra el coronavirus, en Venezuela el presidente Nicolás Maduro evalúa la posibilidad de reabrir las aulas de clases tanto para niños, adolescentes y universitarios.
Este martes en cadena de radio y televisión, Nicolás Maduro, asomó nuevamente la posibilidad de retomar las clases presenciales en un país donde hay más de 128 mil casos de Covid-19 y más de mil fallecidos, según las cifras presentadas por el Estado.
“Creo que es necesario que se den clases presenciales con medidas de bioseguridad para que los próximos dos trimestres podamos combinar teleclases por internet, con clases presenciales, con todas las medidas de bioseguridad”, dijo al respecto.
Esta posibilidad ya había sido asomada en el estado Bolívar a principios de enero 2021 por el director de la Zona Educativa, Mauro Suárez, quien a través de una nota de prensa indicó que una vez culminada las celebraciones decembrinas, la comunidad educativa de la entidad se preparaba para un nuevo período escolar con evaluaciones presenciales.
Suárez detalló que las evaluaciones serían coordinadas por los maestros de aulas y los profesores de las asignaturas, con la participación de todos los alumnos –manteniendo las normas de bioseguridad- y que las exposiciones o cualquier otra estrategia serían por grupos durante las semanas de flexibilización.
No obstante, al parecer la planificación quedó engavetada por los momentos, pues según declaraciones de Suárez este jueves al equipo de Soy Nueva Prensa, “no está planteado regreso a clases, por los momentos. Seguimos con el plan Cada familia una escuela y asesorando a los padres a través de los puntos de asesoría pedagógica”, dijo.
Aun así, ante la posibilidad de que el Ejecutivo Nacional tome la decisión de un llamado a clases presenciales, Nueva Prensa también contactó a la secretaria general del Colegio de Profesores de Venezuela en el estado Bolívar, Aída González, quien manifestó su rechazo a la propuesta y dijo que las condiciones no están dadas para volver a clases.
“¿Cómo un docente va a regresar a las aulas de clases con un sueldo que no le alcanza ni para el pasaje?”, cuestionó González, recordando que los maestros adscritos al Ministerio de Educación devengan un sueldo de 4 dólares aproximadamente, unos 7.313.220 bolívares, según tasa oficial del Banco Central de Venezuela del día 4 de febrero del 2021.
González aseveró que, al menos, 85 % de los docentes venezolanos están actualmente dedicados a otros oficios dentro de la economía informal para sobrevivir.
“Casi 85 % de los docentes están fuera del área de educación, prefieren vender café, vender helados, para sobrevivir. Es que hasta los muchachos de la Chamba Juvenil, cuando vieron cuál sería su sueldo, también se fueron de las aulas de clases. Es necesario que el Ministerio de Educación sincere el salario de los maestros”, recalcó.
A los docentes venezolanos desde el inicio de la pandemia les fue asignada la misión de impartir clases con las herramientas digitales que tuviesen disponible: Internet, mensajería de texto o WhatsApp.
Desde estas plataformas el maestro debe orientar a los padres en las tareas asignadas y así cumplir con el programa establecido por el Ministerio de Educación.
Ahora, ante la posibilidad de regresar a las aulas, González no solo ve con preocupación la exposición a la que estarían sometidos tanto los docentes como los alumnos al Covid-19, sino a las dificultades que pueden presentar ambos para su traslado rutinario, aunado al desgano y desmotivación del maestro, por el bajo sueldo que percibe.
“Nosotros como federación hemos consultado a los docentes y lo primero que dicen es que no pueden trabajar así; el que tiene carro no tiene como moverlo, porque, o no tiene gasolina o está parado por repuestos y el que necesita del transporte público no tiene efectivo para pagarlo”, enfatizó González.
Este escenario se pudo presenciar el pasado 14 de enero, Día del Maestro en Venezuela, cuando en Ciudad Guayana el Colegio de Maestros no pudo realizar ninguna actividad de celebración o protesta, por la dificultad para movilizarse hacia un punto de la ciudad.
A la grave condición en que se encuentran los docentes venezolanos se suma también la deserción de alumnos de las aulas de clases, aun cuando el mandatario Nicolás Maduro asegura que Venezuela ha mantenido el índice de escolaridad en 93%.
“Eso es falso”, dijo Aída González. “La realidad es que cada vez hay más niños en la calle, pidiendo dinero, vendiendo, es una situación preocupante y alarmante”, mencionó la licenciada.
También hizo mención al deterioro de las instituciones, un problema que se arrastra con los años, pese a los diversos programas de recuperación de infraestructuras bajo la dirección del Ministerio de Educación.
“Las instituciones no están aptas para recibir a los niños, no hay agua, no cuentan con baños, áreas comunes. El simple hecho de no tener agua, ya es un problema grave”.
Sobre este tema, Mauro Suárez destacó en sus declaraciones a este medio que se ha estado trabajando en la reparación de algunas instituciones educativas con apoyo internacional “venciendo los obstáculos ya conocidos por todos: la inflación, el bloqueo y la falta de materiales”, señaló.
En cuanto a la situación salarial recordó que por los momentos los maestros están recibiendo un aporte económico y que el más reciente consignado fue de 11.600.000 bolívares (unos 6 dólares aproximadamente), a través del Carnet de la Patria, “esto como un aporte mensual hasta tanto se regularice la situación salarial”, mencionó.
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