Estados Unidos. El estadounidense Muhammad Ali quiso seguir demostrándole al mundo que era ‘el Más Grande’, aun cuando sus mejores golpes ya no lo acompañaban en el cuadrilátero.
Para todos es conocido que el 28 de abril de 1967 se alejó del ring y no por voluntad propia. Ese día Ali se negó a dar un paso al frente para ser reclutado por su país y cumplir con el servicio militar en la Guerra de Vietnam.
En castigo, además de despojarlo de su título mundial de peso pesado, fue sentenciado a cinco años de prisión y le prohibieron boxear por tres años al quitarle la licencia.
En septiembre de 1970, después de tres años y cinco meses en prisión, un juez federal de Texas revocó la sanción por considerarla «arbitraria e irrazonable».
Ali volvió con 28 años y un récord de 29 victorias con 22 nocauts.
Protagonizó peleas memorables como su triunfo sobre el argentino Oscar ‘Ringo’ Bonavena en 1970 en Nueva York, o la victoria ante George Foreman el 30 de octubre de 1974, en Zaire, en la denominada The Rumble in the Jungle (La pelea en la selva) donde recobró el título mundial de la AMB y el CMB.
Y ni qué decir de Thrilla in Manila (Suspenso en Manila), la tercera y última pelea ante Joe Frazier por el campeonato mundial de los pesados, para definir al campeón de campeones en Filipinas, el 1 de octubre de 1975.
El 15 de septiembre de 1978, con 36 años, Ali ganó por tercera ocasión el título mundial de los pesados de la AMB en la revancha ante Leon Spinks, con el que había perdido por decisión dividida el 15 de febrero de ese mismo año en Las Vegas.
Nueve meses después, el 26 de junio de 1979 en Los Ángeles, Ali anunció en una carta a la AMB que renunciaba a su título mundial y que se retiraba del boxeo.
«Estoy exhausto, no tengo nada que probar. Creo que es lo mejor, retirarme como campeón, como el más grande», dijo Ali, de quien muchos notaban que sus reflejos no eran los mismos y su habla era más lento.
Pero él no estaba listo para decir adiós. Y a nueve meses de su retirada, en marzo de 1980, Ali cambió de opinión.
Con 38 años y 120 kilogramos, volvió para pelear contra John Tate, pero como este perdió su cetro de la AMB, Don King le ofreció hacerlo ante el monarca del CMB Larry Holmes y ganar 8 millones de dólares.
Aunque sorprendió con su regreso, Ali tenía problemas económicos por malas inversiones y porque había sido estafado por gente de su entorno.
Pese a que en el examen físico de rutina Ali no pasó la prueba de tocarse la punta de su nariz con su dedo, le dieron la licencia para boxear.
Holmes, quien fue su sparring entre 1973 y 1975, lo castigó sin cesar en Las Vegas y el entrenador de Ali, Angelo Dundee, paró el combate en el décimo asalto.
Pero Ali insistió. Y subió al cuadrilátero ante Trevor Berbick el 11 de diciembre de 1981, exactamente 1 año, 9 meses y 10 días después de la humillante derrota ante Holmes, aduciendo que anhelaba ganar un cuarto título mundial.
Como en Estados Unidos no le dieron el aval, Ali se fue a Nassau (Bahamas), en donde Berbick, de 27 años, lo venció por decisión.
Al día siguiente de su quinta derrota, el 12 de diciembre de 1981, Ali colgó los guantes, esta vez definitivamente, cuando ya su enfermedad de Parkinson le tomaba la delantera.
EFE noticias
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