Brasilia.- Tres excandidatos presidenciales, un gobernador y los presidentes de seis partidos progresistas y otros líderes de la centroizquierda han exigido la renuncia del gobernante brasileño, Jair Bolsonaro, a quien consideran «incapaz» de enfrentar la crisis provocada por la COVID-19.
Un manifiesto hecho público este lunes sostiene que Bolsonaro «no está en condiciones de seguir gobernando» y «enfrentar una crisis que compromete la salud y la economía», pero que es negada en forma sistemática por el propio gobernante, que ha minimizado la pandemia y hasta ha considerado al coronavirus como una «gripecita».
El documento es firmado por los excandidatos presidenciales Ciro Gomes, Fernando Haddad y Guilherme Boulos, así como por presidentes de los partidos de los Trabajadores (PT), Socialista Brasileño (PCB), Democrático Laborista (PDT), Socialismo y Libertad (PSOL), Comunista do Brasil (PCdoB) y Comunista Brasileño (PCB).
En el texto, se afirma que Bolsonaro «comete crímenes, fraudes con la información, miente e incentiva el caos, aprovechándose de la desesperación de la población más vulnerable».
Se alude así a polémicas actitudes adoptadas por el líder de la ultraderecha brasileña, quien además de minimizar el impacto de la COVID-19 ha criticado las cuarentenas y otras medidas de prevención adoptadas por gobiernos regionales y municipales, que han seguido las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La posición de Bolsonaro frente a la crisis global está enfrentada hasta con la sostenida por su propio ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, quien ha defendido públicamente las medidas restrictivas, como cuarentenas y el aislamiento social, como único método efectivo frente a la virulencia de la COVID-19.
En ese marco, el documento divulgado este lunes dice que Brasil necesita darle un «basta» a esta situación.
«Bolsonaro es más que un problema político. Se ha vuelto un problema de salud pública» y «debería renunciar, lo que sería un gesto menos costoso para permitir una salida democrática al país», dice el manifiesto, firmado también por el comunista Flavio Dino, gobernador del estado de Maranhao.
LA POLARIZACIÓN APUNTALA A BOLSONARO
Aún cuando han provocado enormes polémicas y llevado a algunos parlamentarios a intentar promover un juicio político con miras a su posible destitución, las actitudes de Bolsonaro no asustan a todos los brasileños, que siguen completamente polarizados en relación al primer Gobierno de ultraderecha en la historia del país.
Una encuesta difundida la semana pasada por la firma Datafolha indicó que el 35 % de la población cree que la gestión de la crisis por parte del Gobierno es «óptima o buena», frente al 33 % que la califica de «mala o pésima» y un 26 % que la considera «regular».
Sin embargo, en las últimas semanas también ha crecido el ruido de unos cacerolazos realizados casi a diario por los adversarios de Bolsonaro y que prometen repetirse este martes en muchos balcones y ventanas de las principales ciudades del país.
Han sido convocados por los mismos partidos progresistas que exigen la renuncia de Bolsonaro en el documento divulgado este lunes, que son minoría en un Parlamento controlado por el centro y la derecha, que aún con críticas al gobernante no se han sumado a las presiones por su salida del poder.
EFE
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