Bruselas.- La Unión Europea intentará encauzar su relación con Rusia con una nueva estrategia presentada este miércoles que buscará, simultáneamente, contener y hacer retroceder los desafíos de Moscú y buscar compromisos, haciendo «mejor uso» de herramientas como la transición a un consumo menor de gas.

El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, apeló al «pragmatismo» y llamó a redirigir gradualmente una relación con Rusia con «considerable potencial» pero que nunca había estado en un «momento más bajo».

Este plan «no rompe completamente con lo que hemos estado haciendo hasta ahora», explicó Borrell en una rueda de prensa, sino que «clarifica» y pide que los países comunitarios «refuercen» la implementación de acciones que «se han anunciado, pero que quizá no aplicado suficientemente», como la lucha contra la desinformación.

En todo caso, descartó que se trate de recurrir a más sanciones si no se considera necesario ni de infligir un castigo a las exportaciones gasísticas rusas, sino de que la Unión aplique de forma más consistente sus políticas.

El documento, una comunicación (documento no legislativo), deberá recibir el visto bueno de los líderes comunitarios en su cumbre del 24 y 25 de junio.

Se basa en tres principios: hacer retroceder, constreñir y comprometerse, que «hay que llevar a la práctica», según Borrell, y que pretenden en última instancia avanzar hacia «una implicación constructiva y compromiso político para revertir la actual tendencia improductiva».

«En las actuales circunstancias, una asociación renovada entre la UE y Rusia, que permita una cooperación más estrecha, parece una perspectiva distante», puntualizó el jefe de la diplomacia comunitaria, visto que Moscú reta la ley internacional y los principios de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Consejo de Europa.

También intenta «influir, interferir y desestabilizar» a la UE y a sus Estados miembros, así como a países socios, y cada vez recurre más a la «represión política, incluyendo de los derechos humanos», según Borrell.

TRES DIRECTRICES PARA ACTUAR

La primera línea que la UE quiere aplicar de forma combinada se basa en «hacer retroceder» las violaciones de derechos humanos y defender los valores democráticos, denunciando las infracciones por Rusia de la ley internacional en Ucrania o Georgia.

Esto incluye seguir defendiendo la integridad territorial, soberanía e independencia de Ucrania y pedir a Moscú que asuma su responsabilidad como parte en el conflicto en ese país, haciendo cumplir los acuerdos de Minsk para la paz.

También responder a acciones «maliciosas» del Gobierno ruso como las amenazas híbridas o «limitar los recursos» con los que Moscú «puede seguir llevando a cabo su disruptiva política exterior».

Al mismo tiempo, la estrategia pide limitar los intentos de Rusia de socavar los intereses de la Unión haciendo a la Unión «más robusta y resiliente».

Así, insta a luchar contra amenazas y acciones maliciosas «más sistemáticamente y de manera conjunta», en coordinación con los socios de la OTAN y el G7, e implicarse más con los países del Este de Europa.

La UE debería igualmente incrementar su ciberseguridad y capacidad de defensa y «hacer mejor uso de la palanca que supone nuestra transición energética».

«No hemos dicho que vayamos a reducir selectivamente las importaciones de gas o petróleo» ni que un abastecedor vaya a verse en especial perjudicado, aclaró.

Borrell, sí dejó claro que si la política climática de la UE impone que «vamos a consumir menos», también «vamos a importar menos».

Por último, para alcanzar sus propios intereses, la estrategia pide que la UE se comprometa también con Rusia ante retos como la pandemia de coronavirus o asuntos climáticos, pero además para fomentar la cooperación tecnológica o los contactos entre ciudadanos.

La UE deberá igualmente reforzar su apoyo a la sociedad civil rusa y a los defensores de derechos humanos, o colaborar más en el Ártico, para evitar conflictos desde Irán hasta Afganistán pasando por Oriente Medio, para combatir el terrorismo o apoyar la no proliferación.

DEFENSA DE LOS VALORES DE LA UE

«Para nada estamos abandonando los cinco principios (en los que la UE cimenta su relación con Rusia), que tienen plena validez, pero se trata de orientar su aplicación práctica», enfatizó Borrell.

Éstos son la total implementación de los acuerdos de Minsk, unas relaciones más fuertes con los vecinos del Este, reforzar la resiliencia de la UE, comprometerse selectivamente con Moscú en asuntos de interés comunitario y los contactos entre pueblos para apoyar a la sociedad civil rusa.

 

EFE

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