El jefe de la UNRWA (Agencia de la ONU para los refugiados palestinos), Philippe Lazzarini, anunció este domingo que la organización interrumpe por la inseguridad la entrega de ayuda humanitaria a través del cruce Kerem Shalom, en el sur de la Franja de Gaza, la principal puerta de entrada de ayuda.
«La carretera que sale de este cruce no es segura desde hace meses. El 16 de noviembre, bandas armadas robaron un gran convoy de camiones de ayuda. Ayer, intentamos traer algunos camiones de alimentos por la misma ruta. Todos fueron robados», afirmó Lazzarini en un comunicado.
Kerem Shalom ha sido uno de los pocos cruces fronterizos sureños que ha permanecido abierto, bajo autorización israelí, casi desde el inicio de la guerra en Gaza para la entrada de ayuda humanitaria de la que depende la población gazatí para sobrevivir.
El de Rafah, que conecta directamente con Egipto, lleva cerrado desde mayo, cuando las tropas israelíes invadieron esa zona; aunque en los últimos meses, presionado por la comunidad internacional, ha abierto algunos cruces en el norte.
En los últimos meses, los saqueos a camiones de ayuda se han convertido en un problema creciente, que han denunciado todas las agencias humanitarias, y el mes pasado, la ONU denunció que en un solo día un convoy de 109 camiones fletado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y UNRWA fue «violentamente saqueado», el incidente más grave de este tipo en más de trece meses de guerra en Gaza.
Pocos días después de ese incidente, el pasado 18 de noviembre, unos 20 palestinos murieron en operaciones de las autoridades de Hamás en el sur de la Franja de Gaza contra las bandas criminales que saquean los camiones.
El hambre se profundiza
Lazzarini lamentó tener que tomar esta decisión «en un momento en que el hambre se está profundizando rápidamente» sobre todo en el norte del enclave, donde la ayuda no entra en casi dos meses, en medio de la dura reofensiva israelí en la zona.
«La entrega de ayuda humanitaria nunca debe ser peligrosa ni convertirse en una prueba», agregó.
El jefe de la UNRWA recordó que hay otros factores que han convertido en «innecesariamente imposible» las operaciones humanitarias dentro de la Franja, como los ataques israelíes, los obstáculos de las autoridades para autorizar convoyes, y «decisiones políticas que han restringido la cantidad de ayuda».
La ONU y la comunidad internacional han acusado a Israel de usar el hambre «como arma de guerra» en más de un año de ofensiva contra el devastado enclave palestino; y exigen la entrada de al menos 350 camiones diarios para cubrir las acuciantes necesidades de la población. Antes de la guerra, entraban unos 500 camiones al día.
El pasado octubre fue el mes que menos camiones de ayuda entraron en Gaza desde que comenzó la guerra, unos 990, según datos de la ONU; mientras que Israel culpa a sus agencias de no tener recursos para distribuir el material.
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