Foto de archivo de la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez. EFE/ Ronald Pena R

Venezuela denunció este domingo la colaboración de Trinidad y Tobago con Estados Unidos para promover «una guerra en todo el Caribe», una región donde EE.UU. mantiene un despliegue naval que Caracas considera una amenaza para provocar un «cambio de régimen».

La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, afirmó que el gobierno de la primera ministra trinitense, Kamla Persad-Bissessar, ha renunciado a la soberanía de Trinidad y Tobago, actuando como una colonia militar subordinada a los intereses hegemónicos estadounidenses. Según Rodríguez, esto convierte al territorio trinitense en un portaviones estadounidense para una guerra en el Caribe contra Venezuela, Colombia y toda Suramérica.

En un comunicado, el Ejecutivo de Nicolás Maduro advirtió sobre la realización de ejercicios militares coordinados, financiados y controlados por el Comando Sur de EE.UU., que se llevan a cabo del 26 al 30 de octubre en Trinidad y Tobago, donde este domingo arribó el destructor USS Gravely de la Armada estadounidense.

Además, se espera la llegada de la Unidad Expedicionaria 22 del Cuerpo de Infantería de Marina estadounidense a Trinidad y Tobago, ubicado muy cerca de Venezuela.

El pasado viernes, el Pentágono anunció el envío al Caribe del portaaviones USS Gerald Ford, el más grande de la flota estadounidense, que se suma al contingente desplegado desde el verano con el argumento de combatir el narcotráfico.

Rodríguez también informó sobre la detención de un grupo mercenario con información directa de la CIA, lo que permitió determinar que está en curso un ataque de falsa bandera desde aguas cercanas o desde el mismo territorio trinitense o venezolano, con el objetivo de generar un enfrentamiento militar.

Al plegarse a la agenda militarista de Washington, Persad-Bissessar, dijo Rodríguez, pretende no solo agredir a Venezuela y romper la hermandad histórica, sino que también viola la Carta de las Naciones Unidas, la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz, y los principios del Caricom (Comunidad del Caribe), que protegen a todos los pueblos de la región.

Según la vicepresidenta, no se trata de ejercicios defensivos, sino de una operación colonial agresiva que busca convertir al Caribe en un espacio de violencia letal y dominio imperial estadounidense.

«Venezuela no acepta amenazas de ningún gobierno vasallo de EE.UU. No nos intimidan ejercicios militares ni gritos de guerra. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana permanecerá alerta y movilizada en perfecta unión popular-militar-policial ante esta gravísima provocación», concluyó.

El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, aseguró que su país sigue preparándose ante un despliegue militar que se acerca «cada día más» a las costas nacionales.

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