Caracas.- Los actores políticos de Venezuela comenzaron este martes la campaña electoral para las legislativas del 6 de diciembre, cuestionadas por la oposición y por gran parte de la comunidad internacional, con multitudinarios mítines y ajenos a las medidas de bioseguridad impuestas por el Gobierno frente a la pandemia por covid-19.
Desde hoy empiezan a contar los 30 días de campaña en la que 14.400 aspirantes tratarán de conquistar los votos para conseguir los 277 escaños de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), en las elecciones del 6 diciembre.
Y en el inicio de esta carrera se ratificó la ventaja oficialista, pues la mayoría de los mítines los encabezaron los candidatos del chavismo, que contaron además con una amplia difusión de sus actividades a través de los medios de comunicación del Estado.
Mientras tanto, los sectores minoritarios de la oposición que participan en esta contienda llevaron a cabo ruedas de prensa o algunas aglomeraciones en las que, igual que en el bando chavista, predominó el proselitismo y se desoyeron las prohibiciones gubernamentales y del Consejo Nacional Electoral (CNE) para evitar la propagación de la pandemia.
CHAVISMO A TODA MÁQUINA
El oficialismo, como ha hecho en los últimos 21 años, desplegó una maquinaria que incluyó tarimas e intensas campañas mediáticas para promocionar a sus candidatos. Aunque a estos primeros actos asistieron menos personas que en años anteriores, la jornada se dibujó de un modo similar a la Venezuela prepandemia.
Así, candidatos como Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez pudieron dirigir discursos ante muchedumbres que no guardaron el distanciamiento requerido en estos tiempos y, además, decenas de simpatizantes no usaron mascarilla mientras participaban en las aglomeraciones.
«Unas elecciones se ganan con votos, con pueblo, decisión y responsabilidad porque venimos de cinco años desastrosos», dijo Cabello, en un enérgico discurso, en alusión a la mayoría opositora que controla la Cámara desde enero de 2016 y que no participarán en los comicios de diciembre por considerarlos fraudulentos.
UN INFORME DEL «FRAUDE»
En esta misma jornada, la AN aprobó un primer informe sobre el «fraude» que, aseguran, pretende cometer el Ejecutivo con las elecciones de diciembre, que tampoco serán reconocidas por la Unión Europea (UE) ni por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Entre las irregularidades de este proceso, señala el informe, destacan el aumento del número de diputados, que pasó de 167 a 277, la eliminación del voto directo y secreto de los indígenas, que ahora participarán a través de asambleas, y la «manipulación de los circuitos electorales» para supuestamente favorecer al Gobierno.
El Legislativo reiteró que las autoridades del CNE, cercanas al Ejecutivo, fueron designadas por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), también con magistrados próximos al chavismo, y no por la AN como establece la Constitución, por lo que consideran sus actos nulos y parcializados.
SIN ESCUCHAR AL ÁRBITRO
El CNE emitió normativas que prohíben las aglomeraciones públicas y estipula un mínimo de cinco minutos de propaganda en televisión por cada candidato o bando político, normas que fueron incumplidas en el primer día de campaña.
Incluso, el gobernante Partido Socialista Unido (PSUV) organizó un mitin al lado de la sede del CNE en Caracas en el que más de un centenar de adeptos se apretujaron para escuchar a los aspirantes capitalinos, entre ellos Cilia Flores, esposa del mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
Vamos «al fin de una era peligrosa, el fin de una era dañina», aseguró desde ese lugar Jorge Rodríguez, coordinador del equipo de campaña del Gobierno.
LA PROPUESTA OPOSITORA
Con menor difusión mediática y menos aglomeraciones, los escasos candidatos contrarios al Ejecutivo también empezaron a buscar, ahora oficialmente, los apoyos de cara a las votaciones, luego de una precampaña que comenzó en julio, apenas se anunció la fecha del llamado a las urnas.
Entre ellos estuvo el pastor evangélico y excandidato presidencial Javier Bertucci, quien, sin ni siquiera mascarilla y saludando a niños y adultos, recorrió una comunidad y ofreció un discurso frente a decenas de personas en el estado Carabobo (norte).
Mientras Bertucci entregaba platos de comida, como acostumbra en sus mítines, representantes de otros partidos opositores, cuyos símbolos fueron traspasados judicialmente a estas personas en los últimos meses, hicieron modestas asambleas de ciudadanos en varias regiones del país suramericano.
LA «FERIA» ELECTORAL
Con todo, el CNE desplegó este martes 500 máquinas de votación en los 23 estados del país para explicar a las personas cómo votar en diciembre, cuando algunos especialistas proyectan una de las participaciones más bajas de los últimos 20 años.
Venezuela se embarca en esta elección con casi el 80 % de su población en pobreza extrema, según estimaciones, y un Gobierno que asegura recibir menos del 1 % de los ingresos que percibió hasta 2013 debido a las sanciones internacionales de los últimos años.
Con ese estado de necesidad imperante, Maduro deseó éxito a los competidores, sin dejar de pedirles que se cuiden del coronavirus, mientras que organizaciones como Unicef han llamado a los actores políticos a «no instrumentalizar» la ayuda humanitaria ni usar las donaciones «con fines distintos a la atención» de los más necesitados.
EFE
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!