Caracas.- En las últimas tres semanas, el líder opositor venezolano Juan Guaidó ha adelantado una gira internacional en la que visitó ocho países y se reunió con varios de sus líderes, quienes le ratificaron su reconocimiento como presidente interino del país caribeño.
Pero, además de estos apoyos, la gira le ha permitido a Guaidó reencontrarse con parte de los venezolanos que emigraron en los últimos años huyendo de la severa crisis que atraviesa el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, todo pese a la improvisación que pareció marcar su agenda.
Su viaje se fue actualizado sobre la marcha desde que salió de Venezuela el pasado 19 de enero, sin problemas aunque pesa sobre él una prohibición de salida del país dictada por los tribunales venezolanos.
La primera parada fue Bogotá, donde fue recibido con honores de jefe de Estado por parte del presidente colombiano, Iván Duque, y en donde además asistió a la tercera Conferencia Ministerial Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo.
En Bogotá, Guaidó sostuvo una reunión con el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, quien le brindó de nuevo el respaldo de la administración de Donald Trump.
DE LONDRES A MADRID
La gira siguió luego en Europa, donde sostuvo reuniones con el primer ministro británico, Boris Johnson, en Londres, y con el presidente francés, Emmanuel Macron, en París.
Durante el periplo europeo, el político venezolano estuvo en Bruselas, donde se reunió con varios miembros de los grupos políticos de la Eurocámara y los vicepresidentes de la Comisión Europea.
Además, se presentó en el Foro Económico de Davos, donde pidió a los asistentes no abandonaran a Venezuela y prestaran apoyos en una eventual transición.
La última parada europea fue España, donde sostuvo una reunión con la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.
La funcionaria le trasladó a Guaidó el «pleno respaldo del Gobierno español» y el «deseo» del Ejecutivo de contribuir a que se convoquen en Venezuela elecciones presidenciales «con garantías» democráticas, informó entonces la cancillería española en un comunicado.
En Madrid, Guaidó fue recibido por las autoridades municipales y regionales con honores de jefe de Estado.
EL REGRESO AL CONTINENTE AMERICANO
Tras la gira europea, Guaidó se reunió en Canadá con el primer ministro, Justin Trudeau, y con el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Francois-Philippe Champagne, quienes le ratificaron su reconocimiento como presidente interino de Venezuela.
Pero una declaración de Guaidó en la que señaló como «positivos» los contactos que Canadá mantiene con Cuba para resolver la crisis venezolana generó críticas en sectores de la oposición venezolana en Miami, y se convirtió en un lastre para sus aspiraciones de recabar la mayor cantidad de respaldos.
«El régimen cubano también es responsable de la crisis en Venezuela. Hemos denunciado su injerencia permanente en el Estado y la Fuerza Armada venezolana», dijo horas después en un intento por atajar las críticas.
En Miami, donde viven un alto número de los venezolanos, Guaidó realizó un acto multitudinario en el que prometió que «va a echar el resto» para que su país vuelva a ser libre y democrático.
Una declaración que solo puede tener una lectura: deponer a Maduro.
RESPALDO DE TRUMP
El punto culminante de la gira fue la visita a Washington, en la que Guaidó fue uno de los invitados de honor del presidente de EE.UU., Donald Trump, durante el discurso del Estado de la unión el pasado 4 de febrero.
En ese evento en el Congreso, el opositor venezolano recibió el aplauso unánime de republicanos y demócratas, una demostración de que la clase política estadounidense abraza en sintonía su causa.
También sostuvo una «muy productiva» reunión con Trump en la Casa Blanca, aunque no se conoció el grueso de los detalles de este encuentro.
Se reunió, además, con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, la demócrata de mayor rango en Washington, y de nuevo con Pompeo.
También tuvo ocasión de reunirse con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, así como con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno y representantes de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
EFE
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