A través de un comunicado publicado el pasado viernes, 26 de agosto, el Gobierno de Estados Unidos, presidido por Joe Biden, advirtió a los gobernadores de los estados que están restringiendo el aborto (Kentucky, Luisiana, Dakota del Sur, Idaho, Tennessee y Texas, de manera particular) que deben permitir su práctica cuando esté en riesgo la vida de la madre.
La misiva, de acuerdo a la Agencia EFE, reseñó la carta enviada por el secretario de Salud, Xavier Becerra, quien señalaba a los gobernadores que, según la ley federal, «las actuales o futuras leyes de restricción del aborto no acaban con la responsabilidad (…) de proveer un acceso al cuidado sanitario de emergencia».
Asimismo, pedía a los estados donde no hayan restringido tal derecho reproductivo dar facilidades para el acceso a mujeres procedentes de territorios en los cuales esté limitado o prohibido.
Recordó, además, que las leyes por aprobar en los estados de la nación norteamericana deben cumplir las normas federales que buscan garantizar la protección de la salud de las mujeres.
«Roe vs. Wade»
La Corte Suprema de Estados Unidos anuló en junio la protección constitucional del derecho al aborto vigente desde 1973, conocida como «Roe vs. Wade», lo cual supuso que los 51 estados norteamericanos tuvieran de nuevo la autoridad para poder legislar sobre el aborto.
El fallo señaló que la Constitución «no otorga» el derecho a abortar, por lo que estados conservadores comenzaron a aprobar leyes que lo restringían e incluso prohibían, aun cuando se tratase de casos donde el embarazo fuese producto de incesto o violación.
En respuesta, Biden aprobó una normativa reciente que obliga a todos los estados, incluyendo aquellos con leyes donde esté prohibida, el permitir las interrupciones del embarazo en los casos de emergencia médica.
El comunicado pretende reiterar las medidas que el Gobierno tomó.
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