Roma, Italia. Tras siete años de espera y vivir momentos de crisis económica y deportiva, el Milan consiguió este domingo, en la última jornada de la Serie A, clasificarse para la próxima edición de la Liga de Campeones, su competición favorita, de la que es el segundo máximo triunfador con siete copas, detrás de las trece del Real Madrid.
El triunfo por 2-0 logrado en el campo del Atalanta en la última jornada permitió al Milan de Stefano Pioli poner la guinda a una temporada de grandes emociones, en la que pasó de ser líder en la primera vuelta a bajar a la quinta posición, antes de blindar su acceso a la Copa de Europa por la puerta grande.
El doblete de penalti anotado por el marfileño Frank Kessie, líder incontestable de la plantilla milanista ante la baja del sueco Zlatan Ibrahimovic, lesionado en una rodilla, disparó la fiesta de un club que puso fin a siete años de pesadilla, lejos de su torneo favorito.
Y es que era 2014 cuando el Milan, entonces entrenado por Massimiliano Allegri, disputó su último partido de Liga de Campeones, al rendirse en los octavos de final contra el Atlético Madrid del argentino Diego Pablo Simeone, a la postre finalista, batido por el Real Madrid en Lisboa.
Era el Milan de los brasileños Ricardo Kaká, Robson de Souza Robinho, de Mario Balotelli o del ghanés Michael Essien, un equipo que, tras ganar dos Serie A consecutivas en 2010 y 2011, entraba en un período oscuro de su historia.
En los seis años siguientes, el Milan cambió de propiedad, al pasar de las manos del empresario y político italiano Silvio Berlusconi a las del chino Yong Hong Li hasta terminar en las del fondo estadounidense Elliot.
En ese período se alteraron nueve entrenadores en siete temporadas. Allegri fue despedido en 2014 y, tras un breve período con Leonardo Tassotti como técnico interino, llegó el momento del holandés Clarence Seedorf, Filippo Inzaghi, el serbio Sinisa Mihajlovic, Christian Brocchi, Vincenzo Montella, Gennaro Gattuso, Marco Giampaolo y Stefano Pioli.
Fueron años de grandes dificultades, con el Juventus que, entrenado precisamente por Allegri, dominaba el fútbol italiano sin dar opciones a sus rivales y llegaba de forma estable a pelear por la Liga de Campeones, con dos finales perdidas en 2015 y en 2017.
Gattuso fue el técnico que más cerca estuvo de llevar al Milan a la Liga de Campeones, hace dos años, pero el Inter de Milán, su histórico rival, le arrebató el billete en la última jornada.
Una ocasión fallida en ese momento por la que se vengó este domingo, con un gran triunfo en el campo del Atalanta que le entregó la segunda posición liguera, detrás del Inter, campeón.
El Milan acompañó al cuadro interista, al Atalanta y al Juventus, que consiguió la clasificación en la última jornada gracias al tropiezo del Nápoles contra el Hellas Verona.
El cuadro milanista regresó a su hábitat con una mezcla de experiencia y jóvenes tanto en el campo como en la directiva.
Paolo Maldini, cinco veces campeón de Europa con el Milan, es ahora un directivo mientras que Ibrahimovic, de 39 años, guía a un grupo de jugadores de talento como el español Brahim Díaz o el francés Theo Hernández, dos exmadridistas que encontraron su dimensión en Milán.
«Estamos de vuelta», escribieron varios jugadores milanistas en sus redes sociales al acabar el partido para celebrar una clasificación que devuelve el Milan a la elite de Europa tras su larga ausencia.
Si el Real Madrid es el «Rey de copas», la Liga de Campeones vuelve a abrazar a su segundo club más ganador, un Milan que escribió páginas indelebles de esta competición.
EFE noticias
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