Una rotura en la tubería de aguas blancas, situada en la calle que divide al Centro Comercial Las Cúpulas del lote D del conjunto residencial Caroní Plaza, sector Río Aro, ha generado preocupación entre los vecinos, quienes enfrentan serias dificultades para transitar por la zona.
La avería se produjo pocos días después de que Hidrobolívar, la empresa estatal encargada del servicio de agua, reparara una fuga de aguas residuales en una boca de visita cercana.
El constante derrame de litros de agua ha comenzado a erosionar el asfalto de la calle, una situación que los residentes consideran insostenible. «Este bote de agua no solo daña la calle, sino que también está generando problemas de salubridad, especialmente para quienes tienen puestos de comida en la zona», señaló uno de los afectados.
Los habitantes también expresan su temor ante la posible proliferación de enfermedades, al tener que convivir con la humedad y pestilencia en el entorno.
Más que un problema aislado
Los vecinos aseguran que el problema de las aguas blancas y residuales en el sector es mucho más profundo de lo que parece. Alegan que las reparaciones anteriores no han sido suficientes y solicitan a Hidrobolívar que realice una inspección más minuciosa de la red de tuberías. «Es necesario que hagan un trabajo integral, no solo arreglar lo que está roto hoy, sino prevenir futuras filtraciones. Si no, en unas semanas estaremos en la misma situación», advierten.
Además de la incomodidad para peatones y conductores, la situación ha afectado a quienes dependen de la actividad comercial en la zona. La presencia de aguas estancadas alrededor de sus negocios compromete tanto la higiene como la confianza de los clientes.
¿Un problema recurrente?
El mal estado de las tuberías en Ciudad Guayana ha sido una queja constante en diferentes sectores de la ciudad, con denuncias recurrentes de averías que no son atendidas con la prontitud requerida. Los vecinos del conjunto residencial Caroní Plaza ahora esperan que Hidrobolívar responda de manera eficaz, con una solución definitiva que evite que estas fallas sigan deteriorando la infraestructura vial y afectando la calidad de vida de la comunidad.
Los residentes hacen un llamado a la empresa estatal para que actúe con urgencia antes de que el daño en la vía sea irreparable y la situación de insalubridad empeore. «Lo que necesitamos es una solución definitiva, no más parches», enfatizó un habitante del sector.
Por ahora, la calle sigue con cráteres llenos de aguas blancas, mientras los vecinos aguardan una respuesta que les devuelva la normalidad en su día a día.
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