Madrid.- La embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, aseguró el martes que la presente ola de enfrentamientos en Gaza fue iniciada unilateralmente por el movimiento islamista Hamás, en respuesta a la suspensión de los comicios en los territorios palestinos.
«Esta ronda de violencia no ha sido deseada ni buscada por la parte israelí. Siempre hemos tratado de calmar la tensión en las semanas anteriores», indicó la embajadora en una rueda de prensa online con medios españoles.
Según Radian-Gordon, las milicias de Hamás iniciaron el lunes 10 el lanzamiento de cohetes a territorio israelí como consecuencia de la suspensión de las elecciones en Palestina, decisión tomada por el presidente palestino, Mahmud Abás.
Abás tomó esa decisión con el argumento de que el Gobierno israelí no autorizó la celebración en Jerusalén Este ocupado de esos comicios, que serían legislativos en mayo y presidenciales en julio.
«Hamás confiaba en ganar las elecciones y aparentemente contaba con una base sólida para ello», señaló la diplomática, quien enmarcó los orígenes de la actual escalada bélica en la lucha interna de poder entre las diferentes facciones palestinas.
Abas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que solo controla Cisjordania, y Hamás, que gobierna de facto en la franja, alcanzaron un acuerdo de reconciliación que se materializarían con unos comicios palestinos, los primeros celebrados en quince años.
La división interna del partido nacionalista de Abás, Fatah, que se presentó en tres listas separadas daban aparentemente una ventaja electoral a la lista de Hamás.
Sin embargo, la actual escalada de tensión comenzó tras semanas de protestas en Jerusalén Este ocupado, fuertemente reprimidas por la policía israelí y que derivaron en enfrentamientos que llegaron hasta la Explanada de las Mezquitas de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
La violencia estalló el pasado lunes 10 de mayo con el lanzamiento de cohetes desde Gaza por parte de las milicias palestinas y los enfrentamientos se han extendido tanto por los territorios palestinos ocupados como por Israel.
Desde entonces, las milicias islamistas palestinas de la Brigada al Qassam -brazo militar de Hamás- y de la Yihad Islámica han lanzado 3.440 proyectiles hacia Israel en nueve días de escalada bélica, más que los 3.393 de la guerra de los cincuenta días de 2014.
El Ejército israelí ha respondido con intensos bombardeos por aire y tierra en Gaza, unos ataques de «precisión casi quirúrgica», según la embajadora, que tienen como objetivo «destruir toda la infraestructura militar de Hamás».
Sin embargo, la escalada bélica se ha cobrado la vida de 212 palestinos, entre ellos 61 menores, en la franja, además de dejar unos 1.400 heridos, mientras que del lado israelí han fallecido 10 personas, dos de ellos menores.
Radian-Gordon matizó que la muerte de civiles en Gaza se debe al «uso cínico que Hamás hace de la población civil», ya que ha desarrollado toda su estructura militar -incluida la red de túneles conocida como «Metro» por la que se desplazan sus milicianos y desplazan armamento- sobre infraestructuras civiles.
La embajadora aseguró que todos los edificios altos derrumbados en Gaza por la aviación israelí escondían bases militares de Hamás y que había un centro de inteligencia militar en la torre derruida el domingo, que acogía las oficinas de medios internacionales como la agencia AP y la televisión Al Jazeera.
«Confiamos en que la actual ronda de violencia termine en los próximos días, cuando se hayan desarticulado las bases militares de Hamás, y que esto abra paso a una larga y duradera etapa de paz», puntualizó.
La embajadora admitió que Israel está perdiendo en estos momentos «la batalla de la imagen» ante la opinión pública internacional porque se están viendo «fotografías muy duras sobre lo que está ocurriendo en Gaza», pero se mostró convencida de que cuando el Ejército muestre pruebas en los próximos días, «se entenderán muchas de sus acciones».
EFE
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