El mayor anhelo de Federica y Fabiola es convertirse en madres. Cuando deciden someterse a un proceso de fecundación in vitro, un error médico implanta en sus vientres óvulos fertilizados equivocados en la noche de las dos Lunas.
Así comienza «La noche de las dos Lunas», la nueva película de Miguel Ferrari, protagonizada por Prakriti Maduro, Mariaca Semprún, Luis Gerónimo Abreu y Albi De Abreu, presenta los dilemas de la maternidad subrogada, el concepto de las nuevas familias y el debate entre lo correcto y el deseo de amar.
La historia, cuenta Ferrari, está inspirada en un artículo de prensa. En Roma, una clínica de fecundación in vitro confundió, por error, los embriones de dos parejas. «Me pareció un interesante punto de partida para crear una película. Quise mostrar la parte emocional en un tema tan candente y de actualidad como este», dice.
El filme se estrenará el 25 de octubre en más de 40 salas del país.
Filmada en Caracas, «La noche de las dos Lunas» es una crítica a la legalización de estos procedimientos médicos. ¿Madre es solo la que da a luz? Esa la pregunta que los espectadores intentarán responder al final de la película. «La ingeniería genética ha avanzado mucho y ley se ha quedado atrás. Creo que es un tema obligatorio de debatir y regular», asegura el cineasta.
El simbolismo y la exageración de la realidad también se hacen presentes en la cinta. «Se dijo en redes sociales que se verían dos Lunas en el cielo, y eso es imposible, pero la gente se lo creyó. Me llamó mucho la atención y quise agregarlo a la historia. La Luna es un componente femenino. Por ejemplo, tiene que ver con el ciclo menstrual», cuenta Ferrari.
Cada elemento de la película tiene un significado. El agua y los desnudos, sin censura, forman parte del concepto maternal y puramente humano de la cinta. En palabras de Ferrari, se trata de mostrar el origen de la vida y la naturaleza.
En «La noche de las dos Lunas» emocionan tanto la historia como las actuaciones de sus protagonistas. Prakriti Maduro interpreta a Federica, una escritora de cuentos infantiles, que no ha podido encontrar el amor. Su mayor deseo es convertirse en madre y le ruega a su mejor amigo, Ubaldo, que sea el padre de su bebé in vitro.
Cuenta Maduro que antes del rodaje investigó el tema. Estaba interesada en realizarse el mismo procedimiento, así que cuando leyó el guión se identificó con la historia.
Fue ese vínculo con la trama el que hizo que Maduro representará con tanta credibilidad el papel de Federica. Su ansiedad y preocupación por el conflicto de la maternidad subrogada es evidente en la cinta.
«Es muy acertado por parte de Miguel poner sobre la mesa este tema. Como ya conocía los términos y un poco el proceso, la ansiedad y los sentimientos me fueron naturales. Desde que la ciencia está abriendo estas posibilidades, estos errores están sucediendo», revela la actriz.
Mariaca Semprúm es Fabiola, la otra mujer que sueña con convertirse en madre. Cantante también en el largometraje, tiene un matrimonio estable y buena posición económica. Pero su cuerpo no le permite concebir.
El sufrimiento de Fabiola por no poder dar a luz se une al de las implicaciones legales de la maternidad subrogada.
Para Semprúm es un tema que necesita ser tratado. «Es muy interesante lo que desprende esta película. Para mí es un honor pertenecer a la historia y haber trabajado con Miguel. Fue lo último que hice antes de salir de Venezuela, por un tiempo, y por ello le tengo más cariño todavía a la película», asegura.
Otro de los protagonistas es Luis Gerónimo Abreu. En su papel de Alonso, la pareja de Fabiola, convence con su entrega al amor, al matrimonio y al deseo de hacer feliz al otro.
Para él, no fue necesario leer el guión antes de aceptar la propuesta de Ferrari. «Me gustó mucho su primera película y eso para mí fue suficiente. Cuando lo leí, me pareció maravilloso. Es una cinta inteligente y hermosa de ver. Es un cariño al alma», concluye el actor.
Finalmente, Albi de Abreu es Ubaldo, el mejor amigo de Federica. «Cuando leí el guión, lo que más me interesó fue la pregunta sobre quién está haciendo lo correcto. Nos enseña que la circunstancia nos hace decidir», dice.
De Abreu introduce en «La noche de las dos Lunas» otro tema que ya Ferrari trató en Azul y no tan rosa: la homosexualidad. El actor considera que el filme inspira a la tolerancia y la humildad. «Hacer cine con amigos es un placer inmenso», concluye.
Además de los protagonistas, la actuación de la española María Barranco es importante para la trama. La madre de Federica es una exactriz atrapada en los vicios y los falsos placeres de la fama y la vida artística.
Sócrates Serrano, Hilda Abrahamz, Claudia La Gatta, Nohely Arteaga y María Cristina Lozada también forman parte del elenco. Un cameo del propio Ferrari, al estilo Tarantino, saca del drama, por un instante, al espectador.
«La noche de las dos Lunas» quiere tocar la fibra emocional de sus espectadores. Aunque muestra paisajes caraqueños y menciona problemas actuales, la intención de su director no es tratar la realidad venezolana, sino ahondar en los sentimientos y la legalidad de la maternidad subrogada. «Quise hacer una película con cabida en cualquier lugar del mundo, no en una sola ciudad», asegura.
No solo las actuaciones y la trama novedosa resaltan en la película. Quien obtuvo el Premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana por Azul y No Tan Rosa (2012), deja su marca en calidad de fotografía, iluminación y encuadres. «Cuido mucho el tema de la dirección de arte. No quise hacer un largometraje colorido, sino uno muy relacionado con el agua y la maternidad», agrega Miguel Ferrari.
Coproducido con España, «La noche de las dos Lunas» se estrenó en el Festival de Cine de Montreal, Canadá y luego en el de Málaga. La película y sus protagonistas, reveló Ferrari, que están en carrera por una postulación a los Premios Goya.
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