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Con más de 400 participantes desde su creación, en 2005, el Componente Docente del Centro Internacional de Actualización Profesional (CIAP) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), extensión Guayana, es un programa que brinda herramientas pedagógicas a los profesionales que actualmente se desempeñan en el área docente o quieren incursionar en ella, enfocados en la calidad educativa.

Este viernes inició la nueva cohorte de este programa —el más antiguo de la universidad—, dirigido a «profesionales no docentes interesados en desarrollar sus competencias pedagógicas, y para estudiantes de semestres avanzados que visualicen oportunidades laborales en el ámbito educativo». Así lo destacó Varinia Flores, coordinadora del CIAP de la UCAB Guayana.

«Permite al participante apropiarse de conocimientos y experiencias centradas en didáctica, planificación, comunicación, evaluación, entre otras; garantizando que una vez cumplidos los requisitos exigidos, haya adquirido las competencias básicas para el ejercicio docente; dotándolo, además, de un marco conceptual y práctico acerca del proceso de mediación docente, capaz de reflexionar de forma crítica en y sobre su práctica docente», explicó.

Origen del Componente Docente

El Componente Docente se concibió a partir de la cantidad de profesionales no docentes que dan clases, mayoritariamente en la educación media y diversificada, pero que necesitan de herramientas para mejorar su práctica con sentido humanista. Una realidad que, frente a la carencia de maestros en las instituciones del país, no ha cambiado en la actualidad. En ese contexto, este programa es clave para ampliar su preparación y mejorar su desempeño en la formación de las nuevas generaciones.

«Como profesores valoramos muchísimo lo que tiene que ver con el uso de esas herramientas de trabajo, porque si bien es cierto que tenemos muy buenos profesionales dando clases, estos profesionales no saben cómo llegarle al estudiante. El Componente Docente se enfoca en llenar aquellos vacíos, desde el punto de vista técnico, conceptual y teórico, que tengan los profesionales que ya dan clases o que estén incursionando en la docencia», expuso Jesús Medina, profesor del Componente Docente.

En ese sentido, el objetivo fundamental es dotar de distintas herramientas, además de las pedagógicas y didácticas, que permitan desarrollar procesos de enseñanza y de aprendizaje favorables para el estudiante.

«En una ciudad como esta, donde tenemos muchos técnicos y profesionales en materia de tecnología dando clases, es necesario humanizarlos. Estas herramientas tienen que ver con la humanización del proceso de enseñanza y de aprendizaje», destacó Medina.

Mejor enseñanza, mejor aprendizaje

A diferencia de programas similares en otras casas de estudio, el Componente Docente de la UCAB Guayana se destaca por poner en práctica los contenidos aprendidos en cada módulo.

«Nuestro componente está fundamentado en la praxis pedagógica que la direccionamos hacia la universidad. Eso significa que la visión del componente es práctica. Lo que pretendemos es que la gente que salga del Componente Docente, salga con una visión diferente de lo que es el hecho educativo, y en consecuencia, actúe», destacó el profesor Jesús Medina, especialista en Planificación Curricular.

En ese sentido, Medina agregó que la educación no es simplemente «dar cosas o transmitir una información», sino lo que se hace con esa información y cómo el estudiante la adquiere, la desarrolla y es capaz de utilizarla.

«Lo que pretendemos es que los potenciales estudiantes tengan mejores estrategias pedagógicas para ellos poder tener mejores aprendizajes. En conclusión, que los chamos aprendan mejor, en cualquier nivel. Hay mucha gente que sabe mucho, pero al final como enseñan es el problema», sostuvo.

Educar para la ciudadanía

Para María Teresa Sánchez, directora de la Dirección de Extensión Social de la UCAB Guayana y profesora del Componente Docente, se trata de fortalecer una mirada educativa con calidad.

«Tenemos un módulo reflexivo que está pensado para que se vea, dentro de la cultura y de la sociedad, sobre qué aporte hace la educación, pero con docentes bien preparados (…) No hay un profesional que no haya pasado por las manos de un maestro. Porque la docencia es un pilar de la formación de los otros profesionales que van a hacer también la transformación social», hizo hincapié Sánchez.

La profesora reiteró el sentido que tiene una práctica docente reflexiva, vista desde la perspectiva de que como educadores se debe propiciar la participación. En otras palabras, el cómo un docente impacta en sus estudiantes, y estos en una sociedad.

A su juicio, de lo contrario pueden pasar dos cosas: «o formo personas sumisas que le hacen caso a lo que el docente dice, o genero una democracia participativa, porque al final eso es un aula. El aula es una micro sociedad».

Sánchez también resalta que el Componente Docente ofrece un acompañamiento para el desarrollo individual de cada participante, de lo que necesita, de fortalecer sus habilidades y que puedan formarse para impactar en la sociedad a través de las aulas de clases. Es decir, se trata de un modelaje de lo que debe ser un docente de calidad.

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