In memoria a la Enfermera Omaira Franco
Así como la relación médico paciente es primordial para obtener el éxito tan anhelado por quienes ejercemos la medicina, como lo es recuperar la salud de la persona enferma, es importante que se sepa que la relación médico enfermera(o) también tiene una importancia capital, parafraseando al dicho popular podemos decir que «detrás de un buen médico esta un buen equipo de enfermería».
El médico con su conocimiento hace el diagnóstico y emite las indicaciones, pero quien hace posible el milagro es la enfermera(o) con el fiel cumplimiento de los medicamentos y el cuido del paciente, no es más sino ella o él, quienes con su conocimiento, profesionalismo y ética y su carga personal de buenos y nobles sentimientos hacen que esto ocurra.
En este ir y venir se establecen fuertes lazos de amistad, de compañerismo, de amparo, de protección, de compartir nuestros éxitos y fracasos con nuestras enfermeras(o), de reír, de llorar muchas veces de alegría otras veces de tristeza, según sea el caso, hasta que en el trabajo rutinario que hacemos en nuestras diferentes áreas, llega un momento que nos convertimos en una sola familia, con nuestros defectos y virtudes, pero siempre en función de para quien estamos hechos, para nuestros pacientes, siempre con la finalidad de lograr la conservación de la vida y la recuperación de la salud de ellos.
El premio final de lo que hacemos es ver la mirada de agradecimiento y felicidad en nuestros pacientes, de ver que lo que hicimos no fue en vano, de que nuestra tarea se cumplió como lo teníamos pensando y establecido en nuestros protocolos científicos.
El ejercicio médico y el cumplimiento de la labor de nuestro personal de enfermería va más allá de la simple indicación de las medicinas y del cumplimiento de las mismas, va más allá de salvar una vida de un ser humano en una emergencia determinada, ya sea una emergencia clínica o quirúrgica, va más allá de ver a una madre feliz con su niño sano en brazos.
Inevitable, en ocasiones, es la muerte la que nos gana y para ello también el equipo de salud está preparado, y debemos saber explicar a los familiares porque ocurrió la misma, consolarlos, utilizando nuestro profesionalismo, es nuestro deber y luego al igual que ellos vivir nuestro luto, porque al contrario de lo que la mayoría de la gente profana cree, nosotros también somos seres humanos, que sentimos y padecemos, que tenemos hijos, familia, que también hemos sido pacientes y que también sufrimos las calamidades de un sistema de salud cada vez más deteriorado, tanto en nuestro ejercicio profesional o como pacientes.
En la actual pandemia de la Covid 19, nosotros el personal de salud, no hemos salido ilesos, sino más bien hemos sufrido más de lo debido la inclemencia del ataque de este virus, debido a que estamos mucho más expuestos.
Hemos llorado a nuestros muertos, sin embargo no hemos bajado los brazos y continuamos en la lucha contra este enemigo que ha tenido mucho más campo para atacarnos, ya que no contamos con áreas adecuadas de atención a nuestros pacientes, muchas veces favorecido por la decidía y la poca o falta de gerencia en salud de los entes gubernamentales en cuyas manos reposa esta alta responsabilidad.
Hoy lloramos a nuestros compañeros de trabajo, a nuestros médicos, a nuestras enfermeras al resto de personal de salud que lamentablemente se nos adelantaron en el camino hacia el cielo, por ellos debemos seguir dando la cara contra esta suma de cosas que nos retan a demostrar que tenemos una función sumamente importante en nuestra sociedad, y demos gracias a Dios por cada día que nos regala con el fin de prestar los servicios de nuestra noble profesión a esa masa de seres humanos que sufren en un país que seguirá adelante a pesar de todas las adversidades que se atraviesen en nuestro camino.
Omaira a ti dedico esta Nota Pediátrica, in memorian de tu abnegación hacia todos mis pacienticos a los cuales les brindaste tu mano amiga para lograr restituirle su salud. En la amistad médico-enfermera, para mi fuiste más que una compañera de trabajo, descansa en paz amiga.
Hasta la próxima.-
Dr. Hugo Lezama Hernández.
Pediatra Puericultor. Egresado de Universidad de Oriente (UDO)
Miembro de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, Filial Bolívar
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