La libertad como la economía son actividades inherentes a la naturaleza humana. Ir contra ellas es no reconocerle a la humanidad sus condiciones esenciales para su existencia.
La economía es la ciencia relacionada con la venta y compra de bienes, productos y servicios. Unos los producen y otros de acuerdo con sus necesidades y prioridades, los adquieren o demandan.
Hay dos grandes corrientes políticas antagónicas con resultados totalmente diferentes: La economía centralizada bajo control del Estado y el sistema económico libre de mercado controlado por los ciudadanos.
Los operadores de la primera, los socialistas comunistas, promueven la eliminación del capital, de la propiedad privada; en sustitución de un sistema económico controlado solo por el Estado y responsable de la supuesta equitativa distribución de la riqueza. La igualdad social.
Los hechos históricos han demostrado en los últimos cien años que el modelo del “futuro edén”, ha creado más desigualdades sociales en los países donde se ha venido aplicando. Por lo inviable y utópico. China y Rusia, dos de sus grandes defensores y ejecutores, en las últimas décadas se han visto en la necesidad de dar un viraje moderado hacia la economía libre de mercado, pero sin renunciar o ceder el control político y de sus áreas estratégicas.
En cambio, la economía basada en el libre juego de las fuerzas del mercado ha funcionado distinto con probado éxito social. El Estado no planifica ni interviene ni dirige la actividad económica; por el contrario, se encarga de garantizar seguridad jurídica para que sus actores (productores y consumidores) actúen libremente.
Como su democracia, su sistema federal y sus libertades, la economía de los Estados Unidos también ha sido ejemplo para el mundo en materia de libre mercado. Un mercado autocontrolado por sus propios actores económicos sin regulaciones, fijación de precios, u otra forma de intervenciones por parte del gobierno o el Estado. Una economía sostenedora de una moneda fuerte como el dólar, que representa el 60% de las reservas mundiales; mientras que el euro el 24%.
Oferentes y demandantes actúan libremente. Los oferentes deciden que, cuanto, y a que precio vender. Los consumidores deciden que, cuanto y a que precio les conviene comprar. La competencia abierta y libre le proporciona ese beneficio.
Los trabajadores norteamericanos figuran entre los mas productivos del planeta y la participación de la población nacional que trabaja es mayor que muchos otros países. Dos tercios de la población estadounidense en edad de trabajar participan en el mercado laboral. El sector privado emplea el 85% de los trabajadores y el sector público el resto.
La demanda de trabajo se mantiene creciente. Y un dato interesante, cada mes millones de estadounidenses dejan su trabajo casi en forma voluntaria y otros millones son contratados. Por eso se le considera “el país de las oportunidades”.
En la próxima edición abordaremos la octava fortaleza de USA “El ciudadano norteamericano es libre de su autorrealización y determinación de sus destinos”. Estas fortalezas las mencionamos, analizamos y compartimos con la intención de que los pueblos latinos puedan comparar el funcionamiento de sus sistemas con el de los Estados Unidos y se auto expliquen ¿el por qué del atraso social?
Rene Núñez Rodríguez
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