EFE
Lisboa.- Portugal, una de las principales puertas de entrada de droga en Europa, ha cuadruplicado los decomisos de cocaína en los dos últimos años, en su estrategia de combate al narcotráfico en la que la cooperación internacional, en especial con España, es decisiva.
El aumento de la producción de droga en los países de origen y de los controles en los puntos críticos han permitido disparar las incautaciones, explicó en una entrevista con Efe en Lisboa el director de la Unidad Nacional de Combate al Tráfico de Estupefacientes de la Policía Judicial lusa, Artur Vaz.
Sólo en lo que va de año, la cocaína confiscada en Portugal, apuntó, ha ascendido a casi 4 toneladas, una cifra llamativa en comparación con las 5 incautadas durante todo 2018, las 2 del año anterior y la que se decomisó en 2016.
«La producción en zonas como Colombia, Perú o Bolivia sube y, por tanto, la cocaína confiscada aquí también aumenta», afirmó Vaz, convencido de que este fenómeno no afecta únicamente a la península ibérica, sino a otros puntos de entrada de drogada en Europa, como Bélgica y Holanda.
«En años como 2005, 2006 o 2007 ya se registraron incautaciones similares o incluso superiores», destacó Vaz, quien subrayó que la cooperación con la Policía española y con los países latinoamericanos «siempre ha dado buenos resultados».
El mar es la principal vía de ingreso de la droga en grandes cantidades en Portugal, bien mediante barcos o almacenada en contenedores.
Una vez en Europa, «es más difícil controlar el tráfico por la libre circulación de personas y de bienes», admitió.
En enero, la policía lusa realizó la principal operación antidrogas de las registradas este año, con la detención de 11 personas y la incautación de 3,3 toneladas de cocaína en alta mar con un valor estimado de 170 millones de euros.
Las rutas del Guadiana y de Galicia son «las zonas calientes» de entrada de cocaína en la península, aunque la cooperación de las autoridades españolas y portuguesas «es general», apuntó Vaz, porque los cárteles pueden utilizar otras vías.
A pesar de que aún se utiliza el transporte en pesqueros o veleros, «en los últimos años ha ganado mucha importancia el tráfico en contenedores», indicó en la entrevista con Efe.
En 2018, los contenedores se utilizaron en dos de las principales operaciones desarrolladas en la península, en las que se incautaron 9 y 6,5 toneladas de cocaína en los puertos andaluces de Algeciras y Málaga, que recibió la droga que había entrado por el puerto luso de Setúbal.
En el caso de los contenedores, señaló Vaz, una de las principales técnicas de tráfico es el «rip on» y «rip off», que consiste en que alguien, en el puerto de origen, coloca en un barco que transporta una mercancía legal una carga de cocaína sin que el dueño se entere y otra persona la retira antes de su destino final.
Pese a que en los últimos años han surgido nuevas drogas, especialmente las sintéticas, y ha aumentado el tráfico de otras, como la heroína, las tradicionales como el hachís y, sobre todo, la cocaína, son las más transportadas.
«En Portugal, toda la heroína que llega es para consumo local, que es mucho menor que antes», apostilló Vaz.
«Esperemos que la tendencia de subida de las incautaciones se frene en los próximos años. Es nuestro deseo y para eso estamos trabajando», concluyó.
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