A través de un comunicado, la oficina regional para Europa, reveló que se trata de los jarabes Ambronol y DOK-1 Max, identificados el mes pasado en Uzbekistán. Los medicamentos son fabricados en la India por la compañía Marion Biotech.
Tras análisis de laboratorio realizados en Uzbekistán, se reveló que ambos productos contienen cantidades «inaceptables» de dietilenglicol y etilenglicol. Ambas sustancias pueden causar «daños severos o muerte», en particular si son empleados en niños.
Asimismo, los efectos tóxicos pueden incluir dolor abdominal, vómitos o diarrea, en algunos casos un fallo renal agudo que puede conducir a la muerte.
Sin embargo, la OMS alertó de que estos jarabes para la tos posiblemente cuenten con autorizaciones de venta en otros países de la zona. También es posible que estos medicamentos se hayan distribuido «a través de mercados informales» a otros estados o regiones.
Como consecuencia, la OMS pidió a las autoridades sanitarias de los países que pueden estar afectados que incrementen la vigilancia de las cadenas de suministro. Además de notificar de inmediato cualquier hallazgo de productos que no cumplen los estándares.
Por su parte, el Ministerio de Salud de la India, suspendió la producción de los jarabes para la tos en la empresa tras la alerta sanitaria de la OMS. Asimismo, según un informe reciente el estado de Uttar Pradesh en la India suspendió la licencia de producción.
La semana pasada, la policía de Uzbekistán arrestó a cuatro personas, por una investigación sobre la muerte de 19 niños relacionada con el jarabe para la tos.
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